Las chicas perfectas
dudan
Si van a sonreír,
Cuestionan lo que tienen,
Adornan a los demás
Con sus ojos de cristal.
Ellas nunca se miran en el espejo,
Porque saben que la perfección,
Vive humillada y presa
En sus reflejos virtuales.
Se maquillan, solo, para parecer normales.
Nadie las quiere ver como son,
No podrían existir, todo es más fácil,
Ellas mismas empañan su imagen,
Guardan su opinión, mirada latente,
Perfecta es tan solo diferente.
Braman por un suelo árido
Desde lo invulnerable de sus nubes,
Hablan con las estrellas que ignoramos,
Lloran y se ocultan por nuestro desdén,
Aman lo que no nos atrevemos a ver.
Abrid vuestros ojos androcéntricos,
Están a vuestro lado,
Eclipsándolo todo, siendo como las vemos,
Necios, claro que lo perfecto existe,
Pero nunca quisimos saber como es.
A veces las inanimadas avenidas,
Que invaden al camino con tránsito,
Dibujan luminosas lágrimas
Con semáforos en rojo,
cuando pasas, presas de tu pánico y de tu prisa.
Pero tú las destrozas,
Con los terremotos febriles de tus pasos,
Que asocian esperanza y alegría,
Asesinando con vida, lo inerte.
A veces los libros olvidados,
Que están dormidos en las estanterías,
Suspiran latiendo
En sus páginas, desnudando sus capítulos,
Con el traqueteo de tus dedos ansiosos,
Pero tú los terminas,
Se les oye escupir tinta y sueños,
Porque ya no necesitas huir,
Tu realidad es inimaginable.
A veces las ridículas palabras,
De algunos escribidores aburridos,
Pueblan tus venas y tus ojos,
Y desarman tus canciones silenciosas,
Atan tu cuerpo al suelo
Y te rebajan a descripciones humanas,
Pero tú no existes, niña de papel,
La perfección y la lógica
Te ponen una pistola ante el espejo,
Si existes todo es posible,
Y siempre nos hacen falta límites.
